La voluntad de las instituciones de microfinanzas de mantener sus actividades ante la crisis del Covid-19
ADA, Inpulse y la Fundación Grameen Crédit Agricole han unido fuerzas para monitorear y analizar los efectos de la crisis de Covid-19 para sus instituciones de microfinanzas asociadas en todo el mundo.
Este seguimiento se realizó periódicamente a lo largo de 2020 con el fin de tener una mejor visión de la evolución de la situación. Con este análisis periódico y en profundidad, esperamos contribuir, a nuestro nivel, a la construcción de estrategias y soluciones adaptadas a las necesidades de nuestros socios, así como a la difusión e intercambio de información entre los distintos actores del sector.
Tras la cuarta ronda de encuestas realizada en octubre, que recogió las opiniones de 73 IMF de todo el mundo, ADA, Inpulse y la Fundación Grameen Crédit Agricole presentan los resultados de una quinta ronda de encuestas conjuntas.
En la segunda quincena de diciembre se recopilaron respuestas de 74 instituciones de microfinanzas (IMF) ubicadas en 42 países de Europa del Este y Asia Central (EAC-28%), África subsahariana (ASS-26%), América Latina y el Caribe (ALC-23%), Sur de Asia (14%) y Medio Oriente y Norte de África (MENA-9%).
Los resultados de esta última encuesta confirmaron la reanudación gradual de la actividad de las IMF en verano de 2020, por lo que la mayoría de las dificultades operativas encontradas al principio de la crisis del COVID-19 se fueron reduciendo. No obstante, la principal dificultad presente hasta finales del año fue el reembolso de los préstamos. Esta problemática fue expuesta por tres cuartas partes de los encuestados quienes señalaron el aumento de su PAR. A esto se sumó el deterioro de la situación epidemiológica en el mundo en el otoño de 2020.
Sin embargo, estas nuevas complicaciones han tenido poco impacto en los indicadores de riesgo de las IMF. La estabilidad del aumento del PAR y los niveles de recuperación, no reflejan una mayor afectación financiera de las IMF. La gran mayoría de nuestros socios visionan el crecimiento de su actividad a pesar de la crisis. Esto tanto en términos de volumen de cartera, así como el aumento del número de clientes. Esta confianza por parte de las IMF, que ya era evidente en las encuestas realizadas durante el verano, es un signo más de la capacidad de resiliencia de estas instituciones.